Se agrieta, cada vez más, el poder de occidente. Los índices son los siguientes: primero, es persistente la política terrorista del eje en el Mediterráneo, que en el caso libio, sus maniobras desde el G-8 (26 y 27 de mayo de 2011 en Deauville, Francia) han involucrado a Rusia en el desembarco de Gadafi de Libia (1). Segundo, sigue recrudeciéndose el conflicto monetario EEUU-China pero lo principal aquí es que el sistema financiero estaría acercándose a un importante Crack en estos meses (segundo semestre de 2011 para GEAB). Tercero, hay una re-configuración muy importante de geoestrategia en el Índico que avanza en un sentido favorable a los BRICS y la OCS, situación que fue clarificada, tras el super show mediático de la supuesta muerte de su agente Bin Laden en territorio pakistaní (Abbottabad, ciudad situada en la provincia de Khyber Pakhtnkhwa) que desestabilizó y empieza a romper, prácticamente, sus antiguos acuerdos político-militares con este país.
Veamos esto:
Persistente política terrorista del eje en el Mediterráneo.
Partimos del hecho que Asia Central es una región absolutamente geoestratégica para EEUU. Sobre esto algo dije en un artículo anterior: es preciso señalar que Asia Central, antes y después de la desintegración de la ex Unión soviética, ha sido y es una región muy importante para el control del mundo. Su ubicación geográfica en el centro mismo de las regiones más importantes que aspiran al control del mundo como son, por el este, China e India, por el norte, Rusia y, por el lado occidental, la Unión Europea, y que junto a los invalorables recursos energéticos (petróleo y gas natural) que guarda en sus entrañas la convierte en una región demasiado importante para occidente. Tal vez por eso Zbigniew Brzezinski haya dicho: “Quien controla Asia Central incluyendo Afganistán controla Eurasia y por consiguiente el mundo”. Es bueno tomar nota de estas reflexiones.
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