El mundo, tras el histórico impasse y entrampamiento geopolítico que abrió recientemente una grave crisis político-militar, empieza a sacudirse. Son crisis políticas que suceden regularmente en coyunturas como las que vivimos actualmente. Ciertamente, esta crisis político-militar es muy grave. La vieja burguesía estadounidense aprovechando esta situación quiere dar un zarpazo (grave complot geopolítico) contra algunos países aparentemente débiles y sin armamento nuclear. En su insana brutalidad cree haber completado su siniestro “cerco militar” en cinco regiones estratégicas del planeta: primero, en el Mar Meridional de China y Taiwán contra China. Segundo, en el Este de Europa y Crimea contra Rusia.
Tercero, en Oriente Medio contra Irán. Cuarto, en la península coreana contra la República Popular Democrática de Corea (RPDC). Quinto, en América Latina contra Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Algunos afirman que las principales potencias capitalistas habían ya llegado a acuerdos estratégicos e incluso estaban dando inicio un Nuevo Orden Mundial. Pero, como desmintiendo a semejantes afirmaciones inmediatamente se oyeron, justamente en aquellas regiones estratégicas, fuertes ruidos de sables, como diciendo: “No hay ni un acuerdo. Hay fuerte pugna inter-capitalista. El mundo está encabritado”.
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