Ciertamente, vivimos tiempos convulsos. El sistema imperialista está remecido de raíz. Huracanes de conflictos lo sacuden. Algunos dicen que el mundo está a punto de parir un nuevo sistema internacional imperialista. Simplemente los niveles de poder mundial de antaño ya no son los mismos. Ya existe una nueva estructura económica capitalista mundial encabezada por China. Entonces lo central de todo esto es el desplazamiento de la burguesía estadounidense, que en este momento está en un atolladero sin precedentes. Sus Think tank (supuestos «tanques de pensamiento» en realidad centros anti-comunistas) y sus escribas a sueldo están en la luna de Paita, ni siquiera tienen una idea de dónde están ubicados en el actual contexto histórico mundial.
Y lo más importante, algo que ya estaba previsto, una enorme ola de furia anti-estadounidense y anti-imperialista empieza alzarse en el mundo. A este respecto solo observemos lo que hace solo unas horas (9 de julio de 2022) sucedió en Sri Lanka, miles de manifestantes han hecho huir de su residencia oficial en Colombo, capital del país, al presidente, Gotabaya Rajapaksa. Esto ocurre tras las exitosas movilizaciones con huelgas y paralizaciones convocadas por más de 100 sindicatos de este país a finales de abril de este mismo año. Es el fantasma que más temían las caducas burguesías financieras que empieza a moverse. No olvidemos que la mitad de la población mundial, es decir, 3.500 millones de personas viven con solo 2,5 dólares al día, más de 1.300 millones de personas sufren extrema pobreza (viven con 1,25 dólares al día), además, hay 805 millones de personas que pasan hambre (1).