La agresividad estadounidense ha seguido su curso hasta escalar a extremos demenciales cuya cúspide fue el ataque nuclear sobre Irán. Esto corrió así, aun cuando sus planes geopolíticos que estaban batiéndose desde el año 2001 habían quedado contenidos. En efecto, el 22 de junio de 2025 (02:09 am hora de Teherán) Estados Unidos ha lanzado armamento nuclear sobre la más importante central nuclear iraní, Fordow, utilizando dos aviones furtivos (B-2) Spirit que habían despegado de Missouri, se trataba de 6 “bombas antibúnker” (bomba de penetración aérea GBU-57). También fueron alcanzados las centrales nucleares, Natanz e Isfahán, según Fox News, con impactos de 30 misiles Tomahawk desde submarinos. El importante portal informativo MPR21 lo ha registrado de la siguiente forma: “Posiblemente, los misiles se han disparado desde un único submarino que opera desde el Mar Arábigo. En consecuencia, como máximo, Estados Unidos ha lanzado 12 misiles convencionales” (1). Inmediatamente el presidente estadounidense, Donald Trump, en un alarde de triunfalismo y guerra psicológica, declaró (dirigiéndose a su nación): “Todos los aviones se encuentran ahora fuera del espacio aéreo iraní. Se lanzó una carga completa de bombas sobre la instalación principal, Fordow. Todos los aviones regresan sanos y salvos a casa” (2).
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