Es imposible quedarse en silencio ante el genocidio de las hordas de la OTAN y al qaeda contra Trípoli. Prácticamente del sábado al martes (20 al 23 de agosto de 2011) el complejo presidencial de Libia, Bab al-Aziziya, soportó bombas sónicas y, en general, una andanada de misiles de la