Hay crisis política muy grave en Estados Unidos. La burguesía estadounidense está en un grave aprieto. Aquello nada tiene que ver con que, si mantiene o no a Trump en la Casa Blanca o lleva a Biden, tampoco tiene que ver con el libro de Bolton, sino, aquí el asunto es su incapacidad por hallar la solución al hundimiento de la economía estadounidense.
Esto despeja el mito que observa a Donald Trump como el individuo que hace y deshace en la política de Estados Unidos, algo que afirmaría que este país (Estados Unidos) es un país democrático, cuando no lo es. Este personaje, para el que escribe estas notas, no es más que un monigote de la burguesía financiera estadounidense en la Casa Blanca, por eso sus tembladeras en sus presentaciones (1), pues probablemente ya habría llegado a su conocimiento que ya no es bien visto por aquella burguesía para un segundo mandato.
El meollo de los problemas de esta vieja burguesía, es el deterioro y hundimiento cada vez mayor de la economía estadounidense. Desde septiembre de 2008, cuando cayó su quinto más grande banco de inversiones, Lehman Brothers, su mayor preocupación ha sido, cómo resolver aquel problema.
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