Cierto, el mundo se debate en una gran vorágine incontrolable de crisis económica, crisis política y crisis militar. El sistema capitalista esta siendo sacudida de raíz. Todas sus estructuras están siendo afectadas. De hecho estamos incursos en un traspaso del centro de gravedad del poder mundial de occidente a oriente. Esto produce un gran crujido en el mundo que a algunos asusta terriblemente.
De entre estos hechos emergen dos agendas muy importantes. Primero, la Gran Depresión Económica. Y, segundo, el asunto de la guerra, sobre todo, el caso iraní. Indudablemente, lo menos que pueda esperarse en todo esto, es que hay una honda preocupación por parte de los EEUU. Siente una inmensa nostalgia por su poder de antaño. No puede creer que su mundo unipolar sea un recuerdo del pasado. Es inadmisible que hasta Japón y Turquía se hayan puesto en contra suya y que Alemania y Bélgica estén pensando en pedirle el retiro de su formidable arsenal atómico estacionado en Europa. Entonces, trata de apurar la guerra. Algunos se prestan al juego. Pero China emerge como una gran potencia que frena estas aspiraciones. Entonces el conflicto está ahí a la vista de todos: las burguesías financieras estadounidenses son extremadamente belicosas igual que el grupo financiero que encabezó Hitler en los años 30 del siglo pasado, ahora han llevado a una gran tensión mundial, lo estamos viendo, sus ejércitos ya están muy cerca de las fronteras de Rusia y China. Tiene como principal incondicional a Inglaterra que lo secunda en todo momento. Asimismo un conjunto de países que le sirven de punta de lanza, entre ellas, Israel (donde almacena gran cantidad de armamentos, sobre todo, nucleares), Egipto y Arabia Saudita, además, le hacen el juego algunos países, principalmente, ex soviéticos e incluso países que antes se caracterizaban por su neutralidad como Suiza y Suecia, que han terminado cediendo a sus amenazas, en este caso, bajo cobertura de la OTAN. Una provocación inadmisible que desestabiliza el orden internacional.
Pero en esto la Gran Depresión Económica actual es gravitante. No hay otro tema más importante que la Gran Depresión Económica actual. Acentuar esto es muy importante. Y, esto es aún más claro ahora con el deslizamiento de esta Gran Depresión a su segundo punto de inflexión (recordemos que su primer punto de inflexión fue en septiembre de 2008) sobre la base de los déficit fiscal y presupuestario (algunos economistas la denominan crisis de las deudas soberanas) de los Estados capitalistas y que en los hechos hoy mismo están saliendo a relucir como explosiones de las inmensas deudas a raíz de las cuantiosas inyecciones financieras que alegremente hicieron a finales de 2008 para salvar a sus bancos y sus pulpos financieros. No podía esperarse otra cosa. Su segundo punto de inflexión debía emerger necesariamente desde aquí.
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http://tupanoramamundial.blogspot.com/2010_03_04_archive.html
